Falabella sigue haciendo de las suyas con su mal servicio y burlándose de los compradores.

Esta vez, una familia en Barranquilla compró un Castillo Inflable a través de la plataforma de la compañía, para juegos de los niños en el interior de su vivienda en esta época de cuarentena, pero el producto salió defectuoso y ahora la empresa no responde.

La compra del producto la realizaron el 23 de abril, por la suma de 605.000 pesos. Estaba en promoción. El castillo llegó rápido, como pocas veces ocurre con Falabella. Sin embargo, empezaron las anomalías.

La empresa nunca relaciona los siguientes detalles del objeto recreativo. La familia se dio cuenta que el castillo funciona con un conector chino y no uno colombiano. Sin importar la dificultad, decidieron comprar este producto extra. Y las niñas siguieron esperando disfrutar del castillo.

No obstante, el castillo tampoco funcionaba con voltaje 110, como lo tenían en su casa, por lo que también compraron un convertor a 220.

Pero, cuando pensaron que podían disfrutar del castillo inflable, el motor de este no funcionó. Falabella lo vendió defectuoso.

El 24 de mayo la compradora realiza el reclamo por la página. Luego, el 25, por vía telefónica. El 26, la llaman para decirle que  esa marca no tiene servicio técnico en Colombia.

Por lo anterior, Falabella les generó una orden de retiro del producto para el 28 de mayo, pero nunca fueron a su casa. Siguió reclamando y finalmente, el 2 de junio la empresa mandó a un servicio de envío por el castillo inflable.

Pero las irregularidades no pararon. Más de un mes después, hoy, 6 de julio, volvieron a llamar a Falabella para preguntar por el castillo y una empleada les dice que “no hay ningún reporte de haber recogido ese castillo inflable”. Entonces, ¿Dónde está el producto?

La funcionaria de Falabella le agregó que en “5 días debe quedar autorizado el reporte de recogida y si el producto está en buen estado, hacen la devolución del dinero”.

No obstante, la cadena multinacional no responde por la ubicación del producto y quién le garantiza al comprador que está en buen estado y que les van a devolver el dinero.

Lo peor del asunto, es que Falabella en su momento les dijo que si le hacía cambio de producto y el valor del nuevo era más alto, ya que el adquirido estaba en promoción. O sea que no le respetaban el valor inicial y por ello debían pagar el excedente.

Los clientes afectados con esta compra, que la hicieron para entretener a sus hijos durante la cuarentena, espera que el producto o el dinero les llegue o devuelvan pronto y no cuando levanten la cuarentena por la pandemia del Covid-19.

Es indigno el trato de esta empresa con los clientes. No es la primera vez que hay una queja en contra de Falabella en contra de sus irregularidades con los productos, ofrecidos en su plataforma virtual.

Es momento que la Superintendencia de Industria y Comercio los intervenga, ante tantas negligencias que perjudican a los clientes.